Nuestro contexto actual puso en evidencia algo que ya muchos sospechábamos: la flexibilidad y la adaptación al cambio son valores que se destacan en los perfiles con un alto potencial de crecimiento.
La capacidad para identificar nuevas oportunidades de aprendizaje en diversos entornos y situaciones define a personas abiertas a nuevas ideas y formas de hacer y son los más buscados por las diferentes organizaciones: desde PYMES a grandes compañías.
La agilidad para aprender hace referencia a cinco grupos de capacidades: agilidad mental, conciencia sobre uno mismo (debilidades y fortalezas), habilidad para detectar personas claves en nuestro desarrollo, agilidad para el cambio y para enfocarse a resultados.
Estas capacidades mantienen un vínculo muy estrecho con la resiliencia: los perfiles que las poseen, cuentan con la habilidad de transformar las experiencias que muchos perciben como negativas en fuentes inagotables de aprendizaje y crecimiento, asegurándose un futuro lleno de nuevas oportunidades.