En un mundo en proceso de digitalización en el que el estilo de vida de las personas se apoya cada vez más en la tecnología, las y los programadores son cada vez más demandados y su labor resulta esencial para el crecimiento de toda empresa. En el Día del Programador, analizamos los principales desafíos actuales para los profesionales del campo junto a Joshiel Cacciavillani, Developer de Selin.

Podríamos decir que un programador es un profesional encargado de escribir y de revisar el código fuente de un software informático para que realice determinadas tareas o para mejorarlas. Pero, además, ser programador demanda una manera particular de pensar, fuertemente vinculada a la lógica: “Es una forma de hacer las cosas más fáciles, de buscar la solución a los problemas en general. La mayoría serán orientados al mundo del internet y de la computación, pero también pueden ser temas de la vida cotidiana”, explica Joshiel.

Es sabido que, en la actualidad, profesionales de todo el mundo son contratados por grandes empresas internacionales para programar de forma remota o para relocalizarse y que, gracias a estas oportunidades, esas personas pueden acceder a mejores condiciones laborales y de vida. Es de esperar, entonces, que cada vez sean más quienes apuesten a la disciplina como una oportunidad de crecimiento, así como también que existan distintos tipos de programadores.

En este sentido, la diversidad existente no sólo depende del entorno (encontramos desarrolladores web, de aplicaciones móviles, de programas de escritorio, entre otros) o de la finalidad (brindar soluciones para empresas o ecommerce, especialistas en CMS, entretenimiento) sino también de los distintos campos de especialidad y de experiencias individuales: “Es un mercado que cada vez crece más, hay muchas personas con distintos backgrounds. Por ejemplo, una abogada, un diseñador gráfico, o una ama de casa. Cada quien cuenta con distintas skills que aportan una visión diferente” dice Joshiel. En este contexto, será un plus contar con un fuerte perfil autodidacta para seguir aprendiendo y perfeccionar las técnicas de desarrollo.

Por otro lado, a futuro, se dice, todas las personas deberán aprender a programar. Joshiel coincide en este punto: “Para mí es super importante tener conocimientos en programación, incluso si no te dedicás a esto, para entender ciertos conceptos básicos y comprender cómo funcionan algunas cosas”. En este sentido, estudios científicos han demostrado que, para el cerebro, la programación es como aprender un idioma nuevo. Por eso, cuanto más joven se empiece, mejor. “La mayoría de los programadores comenzaron desde muy temprano, probando con su computadora y les resulta simple. Pero hoy en día cualquiera puede ser programador”.

Lo cierto es que, en la actualidad, existen muchísimos tutoriales en internet para comenzar, muchos de ellos, gratuitos. Por eso, quien cuente con una computadora y conectividad, tiene todo para empezar a explorar el mundo de la programación. Sólo eso se necesita. Y por supuesto, “constancia y ganas”, agrega Joshiel.